¿ESTRUCTURA METÁLICA O DE HORMIGÓN PREFABRICADO?
¿Estructura metálica o de hormigón prefabricado? Esa es la cuestión, y la pregunta del millón entre nuestros clientes a la hora de construir su nave almacén.
¿Es mejor una estructura metálica o de hormigón prefabricado?
No somos el Shakespeare de las naves agrícolas, pero nuestra experiencia nos permite daros unas pautas para elegir la más adecuada para vuestra actividad.
La verdad es que no existe una estructura mejor que otra, solamente una solución más adecuada a las necesidades. En función de ellas, en ciertos casos puede ser más viable utilizar un tipo de estructura u otra.
GEOMETRÍA DE LA NAVE
Normalmente se trata de naves aisladas rectangulares, por lo que en estos casos suele ser indistinto, la regularidad favorece a los dos tipos de estructuras. En estos casos es el volumen de la nave y la luz a cubrir las que determinan la solución a elegir.
En cambio, para naves de geometría irregular, provocadas por características del terreno o la parcela, o para pequeñas construcciones o ampliaciones tipo cubierto la metálica suele ganar la partida por su mayor facilidad de adaptación y menor coste.
VOLUMEN: ALTURA Y LUCES DE VANOS
La estructura metálica se optimiza con vanos de 20-22m y distancias entre pórticos de 6m. En cuanto a la estructura de hormigón prefabricado, podemos ir a vanos similares con distancias entre pórticos de 7m. En vanos mayores gana terreno la estructura de prefabricado, ya que la metálica empieza a estar condicionada por la aparición de cerchas en cubierta (en estos rangos es suficiente con pórticos y vigas simples), lo que reduce la altura libre y aumenta la superficie de cerramiento exterior.
Por lo tanto, los condicionantes impuestos por la actividad a desarrollar en la nave y/o el espacio necesario son más que determinantes a la hora de elegir el tipo estructural .
COSTE
Este suele ser el quid de la cuestión y lo que lleva a muchos de cabeza. ¿Cuál es más cara? Pues bueno, como todo, depende de muchos factores, fundamentalmente de la luz de la estructura: en luces inferiores a 15 metros, siempre es más rentable la estructura metálica, pero si superamos los 25 metros el prefabricado pasa a ser más económico.
No obstante, el precio de la estructura en sí no es suficiente para decir cual es más favorable, ya que el tipo de estructura elegida afecta a la cimentación y al cerramiento de la nave. El precio del cerramiento exterior también viene condicionado por el uso de la nave, y las cargas que debe soportar.
En almacenes de grano realizados con estructura metálica, es necesario complementar la estructura con muros de hormigón armado de alturas hasta 6m, que son los que soportan la carga del grano interior. En cambio, si la nave es de almacenamiento de maquinaria agrícola por ejemplo, dicho cerramiento puede sustituirse por bloque de hormigón, cerramiento de panel prefabricado de hormigón, panel sándwich o chapa metálica. En el caso de la estructura prefabricada, la combinación con paneles prefabricados de hormigón, con mayor resistencia, permite su utilización en almacenes de los dos tipos.
Para muestra, un botón. Una comparativa entre dos naves de superficie similar, situadas en la misma localidad (mismas condiciones con respecto al CTE):
Como se puede observar en la comparativa, inicialmente, el precio por m2 de estructura prefabricada es menor que el precio de la estructura metálica, permitiendo distancias entre pórticos mayores. Si hablamos de cerramiento exterior, el muro de hormigón armado es más rentable, ya que al panel prefabricado hay que añadirle el coste del murete de hormigón sobre el que se apoya.
Así mismo, existen diferencias en la cimentación, ya que el peso de la estructura condiciona el armado de la misma, e incrementa el precio en el caso de la estructura metálica con muros de hormigón armado. No obstante, el precio final de la nave terminada (teniendo en cuenta calidades medias y sin considerar la urbanización exterior) no es
Por lo tanto, se puede decir que en general, la estructura de hormigón prefabricado es más barata, aunque no se puede generalizar. En cada caso particular, la combinación de necesidades y prestaciones de la nave junto con el resto de factores a tener en cuenta, son los que inclinarán la balanza hacia una u otra solución.
TIEMPO Y SENCILLEZ DE EJECUCIÓN
Normalmente, el prefabricado es más rápido, ya que todas las piezas vienen de fábrica preparadas para ser colocadas, como un puzzle. Con un buen equipo de montaje y una buena coordinación en obra, se puede tener la estructura completa en menos de dos semanas. Eso sí, es difícil hacer modificaciones en la propia obra, por lo que el proyecto debe estar muy definido previamente para evitar retrasos. Si además elegimos paneles prefabricados de hormigón como cerramiento, el plazo final se reduce considerablemente.
En cambio, la estructura metálica, a pesar de que también es bastante rápida si se realiza con perfiles comerciales, tiene mayores riesgos de ejecución, ya que hay hacer un control más exhaustivo, sobretodo si las uniones son soldadas. Es por ello que se recomienda realizar ensayos para comprobar su correcta ejecución. La ventaja es que es relativamente sencillo hacer modificaciones en obra con cierta rapidez, mediante soldadura.
ESTABILIDAD Y PROTECCIÓN CONTRA INCENDIOS
Es importante destacar que las soluciones en hormigón prefabricado son muy diferentes de las soluciones en acero, no solo en cuanto al sistema constructivo, sino también en el arriostramiento y el comportamiento en caso de incendio.
La estructura metálica debe ser protegida al fuego mediante pinturas intumescentes o morteros ignífugos, lo que a la larga, puede derivar en un mantenimiento de los mismos. Además, con las pinturas no se consiguen resistencias de más de 50 minutos, por lo que en actividades con alto riesgo de incendio, la estructura prefabricada es más adecuada, pudiendo alcanzar desde R90 a R240 sin problemas.
En cuanto al arriostramiento, es sabido que si trabajamos con perfiles metálicos se necesita arriostrar la estructura para darle estabilidad contra el viento, lo que implica material extra en vigas de atado, cruces de san Andrés, etc. En el caso del hormigón prefabricado, la estructura tiene una mayor rigidez, lo que combinado con cerramiento de panel prefabricado consigue prácticamente la misma estabilidad.
IMPACTO MEDIOAMBIENTAL
Cada vez es más importante tanto el impacto ambiental de nuestra construcción como el de los materiales de los que se compone. La tendencia hoy en día es ir hacia materiales con menor energía interna y cuyo ciclo de vida (extracción, producción, distribución, uso y desecho) tenga un menor impacto global. Para ello, se utilizan los llamados Análisis de Ciclo de Vida o ACV, para conocer el impacto de los materiales en sus diversas fases y la energía consumida al utilizarlos.
Teniendo en cuenta estos aspectos, la estructura metálica resulta tener un mayor impacto ambiental, dado el combustible consumido en transporte y montaje, la gran cantidad de energía consumida en el reciclaje del acero y las emisiones producidas en el proceso. En cambio, y a pesar de que el consumo de agua utilizada en la elaboración del hormigón prefabricado y el combustible utilizado en su montaje es mayor, el impacto global es más reducido, ya que no se consume tanta energía en su etapa final.
Teniendo en cuenta todos aspectos es más sencillo hacer la elección, pero si aún no lo tienes claro no dudes en consultarnos!!